SANTO DOMINGO ESTE.- El hospital Doctor Darío Contreras se volvió una "carnicería humana "al final de la tarde de este Viernes Santos, cuando en los barrios subió el nivel de alcohol entre los vacacionistas y las piscinas se rebosaban.
Con el paso de las horas se incrementaron el número de emergencias en el principal centro traumatológico de la capital que por momentos estaba tranquilo.
Las heridas de balas, como en la mayoría de los casos, las aportaron agentes de la Policía dominicana, quienes balearon jóvenes en los tobillos, rodillas y uno en el pecho. Razones, la de siempre, desobedeció una orden de pare o intentaron “agredir” a los uniformados.
Sin embargo, al caer la tarde el ulular de las ambulancias institucionales y las ambulancias de los pobres, las motocicletas, y el correteo de camillas no daban márgenes al descanso a médicos, paramédicos y voluntarios de la Defensa Civil, una herida superaba a la otra y así se fue llenando de sangre derramada por doquier de personas procedentes de todos los rincones de la capital.
Pero no sólo los citadinos aportaron sus sangres, de la lejana Neyba, de la caliente Azua, del acogedor Baní, de la empobrecida Bayaguana, llegaban personas, casi siempre jóvenes con profundas heridas de balas, de machete, cuchillo o simplemente una pedrada en “la cien” que lo ponía al borde de la muerte.
Los cuchillos y machetes estuvieron ausente hasta pasada la 7:00 de la noche cuando llegó el primero con una estocada en el pecho.
La primera puñalada la aportó un menor en Los Frailes Primero, a quien le faltó poco para terminar con la vida de Nelson Abreu Cepeda, de 31 años.
Horas antes, una patrulla de la Policía trajo tres jóvenes heridos, uno de ellos un ex policía baleado en el tobillo y sus dos compañeros con laceraciones al caer de la motocicleta en que se desplazaban en la comunidad de El Higüero.
Los policías dijeron que Andrés Morel Castro, un ex compañero de arma, desobedeció una orden de pare y simplemente les dispararon.
Junto a él llegaron Reyes Guzmán Mejía de 19 años y Ariel Matos Durán de 18.
La urgente llegada de Ramiro Decena Sala (Morenito), de 21 años procedente de Mendoza revoloteó toda el área de emergencia del Darío Contreras y su entornos.
El joven, hijo de Joseito fue baleado por le policía hijo de Chica por viejas rencillas personales.
No valieron las mediaciones de sus padres y que estos se juntaran, este viernes, cuando Jesús agonizaba en la cruz Moreno boqueaba en la sala de resucitación del Darío Contreras.
Del policía se dijo que estaba detenido en el destacamento “Felicidad” de Los Mina, mientras la muchachada que vino a saber de su situación definía lo ocurrido como “un abuso” aunque ellos tienen sus problemas viejos.
Familiares, vecinos y amigos coparon la entrada de la sala de emergencia, llegaban en passola, motocicletas, camionetas y carros. Todos querían saber cómo estaba.
Cuando el policía baleaba a Moreno, su papá y su tío se estaban dando unos tragos en San Carlos, donde recibieron la fatal noticia que los hizo abandonar los vasos.
Recorrieron varias clínicas de la zona sin dar con él que llegó virando los ojos en brazos de unos amigos.
Por el movimiento de gente, se puede decir que Moreno es un líder en su barrio, aunque otros atribuyen la movilización a lo buena gente que son sus padres.
Después llegó la Policía detrás de Moreno y lo buscaron por toda parte sin encontrarlo, ya que a esa hora, los médicos lo habían enviado a la unidad de cuidados intensivos para velar por la peligrosa herida que le peligró varios órganos vitales.
Pero allí lo descubrieron y tomaron sus datos. Un suboficial confirmó aVIGILANTEINFORMATIVO.COM que el policía agresor estaba detenido.
Para esa hora se contaban nueve heridos de balas y perdigones, claro, de la Policía en su mayoría.
El primero del día que llegó con una herida de bala fue el chofer Fabián Beltre, de 32 años por el pleito por los pasajeros de Neyba.
Del mismo Neyba refirieron al jovencito Reimon Colón con una herida de bala en el pie derecho.
Su madre contó que este fue a pasar la Semana Santa y mientras disfrutaba de un baño se armó un pleito y se le pegó un tiro.
Otro molote lo Jonaly Peña, de 20 años quien se accidentó cuando retornaba de Boca Chica en la Autopista Las Américas. Sus amigos y amigas llegaron como manada y hasta algunos pescozones sonaron entre algunas chicas que llegaron alborotadas.
Sin embargo, las heridas de Peña y sus compañeras no eran graves y fueron curados y despachados.
En ese intervalo llegó por sus propios pies Nelson Tono de 43 años con una profunda herida de machete en la cabeza que se la infirieron en un pleito en la avenida José Martí, supuestamente cuando estaba mediando en una pelea.
No faltaron las pedradas que pusieron a más de uno al borde de la muerte.
Pasada las 10 de la noche, un compañero de trabajo y vecino de Los Tres Brazos trajo a Chichí con un machetazo en la cabeza. También vino su esposa aferrada a la parte punta del motor.
Su amigo contó que este estaba sentado en su casa cuando entró un hombre, del que Chichí pensó que estaba pidieron algo y este le respondió “no te estoy pidiendo, yo estoy atracándote”
