INICIO PAGINA PRINCIPAL
ESCRIBENOS sancristobero@gmail.com






sancri

sancri

viernes, 4 de mayo de 2012

EL PUEBLECITO de cambita en la historia




Fue aquí donde se erigió la primera escuela. La primera Iglesia. El primer centro de salud y los primeros grupos protestantes se asentaron en El Pueblecito.

En principio se identificaba como “Los Garabitos”, o Cambita de Los Garabitos por el número apreciable de ciudadanos portadores de ese apellido que se asentaron aquí.

Aunque no se ha podido determinar todavía la fecha precisa de su fundación, se ha podido establecer con personas nativas de ese lugar, que los primeros pobladores de esa zona del municipio Cambita Garabito habrían comenzado a llegar a partir del año 1680. Se cree que son de descendencia directa de españoles.

Algunos habitantes dicen que Luis Garavito (sic), Eugenio Garavito (sic), Antonio Garavito (sic), Bienvenido Dionisio, José Maria Domínguez, Miguel Ruiz y Esteban de la Rocha fueron los fundadores de esta comunidad. Julián Garabito fue de los ciudadanos pariente directo de españoles que vino a El pueblecito a finales del ano 1790. Se cree que durante un tiempo tuvo a su cargo la administración de los bienes del Mayorazgo de Bastidas.



Las historias que se cuentan de generación en generación es que estos ciudadanos, al junto de otros –todos españoles-, fueron quienes salieron de Santo Domingo con dirección al Sur y recorrieron los Ríos Ozama e Isabela y en esas aventuras zarparon el Nigua. Andaban en busca de tierras para dedicarse a la crianza de animales y sembrar café, cacao, aguacate, cítricos y otros.

Ya para el año 1750 El Pueblecito era un caserío que había quedado producto de la penetración de pequeños productores agrícolas del viejo continente y de ciudadanos de ascendencia haitiana. Se fue identificando como El Pueblecito debido a que era la única comunidad con una sola calle y tenía un movimiento relativamente significativo.

En esta población, distante a tres kilómetros de El Cruce se habla con orgullo de que la tía bisabuela del dictador Rafael Leonidas Trujillo y Molina, Quiteria Valdez, vivió durante algún tiempo aquí. Se habla, además, de que dicha ciudadana heredó la efigie de la Virgen de la Altagracia. También fundó la primera panadería en toda esta comarca.

La primera escuela –oficial- que funcionó en todo el municipio Cambita Garabito fue erigida aquí durante el gobierno de Horacio Vásquez en el año 1926. Dicen algunos entendidos que era en este lugar donde estaba la ermita usada durante los años de la colonización cuando funcionó el ingenio que había erigido Juan de Ampies entre los años de 1514 al 1519. De ahí la creencia de que la tradición religiosa Mariana en todo San Cristóbal tiene su nacimiento en El Pueblecito. Se resaltaba que tenía característica de un pueblito pequeño. Las demás comunidades no pasaban de dos y tres casas.

Hay variadas razones que explican el que con los años esta zona se quedara rezagada frente al empuje de Cambita El Cruce. Munícipes que han vivido en ambas comunidades tienen opiniones distintas. En este trabajo no queremos alimentar diferencias. Consideramos que a las presentes y futuras generaciones les toca unir sus esfuerzos a fin de que Cambita El Cruce y Cambita El Pueblecito logren hacer una unidad fuerte como forma de avanzar hacia un estadio de bienestar y progreso.

Como se puede observar, los tres kilómetros que años atrás separaban a estas dos poblaciones, ya se han reducido. La construcción de casas en todo el trayecto ha posibilitado que estas dos comunidades estén prácticamente unidas. Sin embargo, a pesar de que esa división territorial se ha ido extinguiendo, podemos notar que en algunas mentalidades todavía persisten diferencias.
En El Pueblecito siempre consideraron al General José Pimentel como un enemigo declarado. Es posible que “ese espíritu racista que había sido una expresión de la cultura de los primeros habitantes del lugar quedara y se manifestara de manera tan rabiosa hacia este personaje del régimen aquí. Además se había difundido la especie de que a Pimentel se le había encargado la misión de convertir una gran parte de los terrenos de El Pueblecito en una finca de Trujillo e incorporarlos a la Hacienda Fundación.

La decisión del General José Pimentel de privilegiar a Cambita El Cruce en la construcción de un mercado para el acopio de productos agrícolas también influyó.

Otro hecho que afectó las relaciones entre los Cambiteros y Puebleciteros fue el lamentable hecho que culminó con el asesinato del señor Tito Lajara de parte de Maciro. Los habitantes de El Pueblecito consideraron que le habían matado a uno de sus hijos y eso volvió a crear tensiones entre ambas poblaciones. El hecho fue en el año 1967.

Otro acontecimiento que, a decir de algunos ciudadanos incidió para hacer más tensas las relaciones entre ambas comunidades, fue la quema del local del Club Agrario por parte del señor José Félix. “Las investigaciones que se hicieron demostraron que fue él y que esa acción levantó los ánimos entre ambas juventudes”. Según las opiniones que sostiene Julio Demetrio Bello Lorenzo, en una entrevista que sostuvimos con este personaje de la historia de Cambita. Ese hecho sucedió en el año 1963. “Yo quiero que tú sepas que ese club tenía mucha significación para esta comunidad; aquí se hacían fiestas de mucha trascendencia.

Era el único lugar, en toda esta zona, que gozaba de mucho aprecio entre gente de aquí, San Cristóbal y Santo Domingo”, recuerda Filomena Encarnación de Lorenzo. “Yo recuerdo que el padre Camilo se fajó con mucha fe para lograr borrar esos enfrentamientos. Tú sabes que este sacerdote llegó aquí en el año 1966 y él encontró esas diferencias. Yo recuerdo que en muchas oportunidades Camilo hacía jornadas de encuentro entre los católicos de allá y los de aquí. A veces nosotros nos trasladábamos a El Cruce y viceversa”.

Otro elemento que envalentonó de nuevo los ánimos entre ambas localidades fue la decisión del Gobierno de Salvador Jorge Blanco, con la profesora Miriam de la Rosa a la cabeza, de disponer la construcción del sub-centro de salud en la población de El Pueblecito.

Durante esos días la gente de El Cruce pronunciaban la consigna “El cementerio allá y el hospital aquí”. Muchas veces se solicitó que ese centro de salud fuera erigido en la localidad de El Cajón que queda en el centro. Sin embargo, los políticos locales no aceptaron.

Todos recordamos las confrontaciones que se sucedieron en esos días.

El último hecho que alimentó diferencias fue cuando se dispuso la creación de un liceo en Cambita. Se logró que fuera en El Cruce. Sin embargo, la verdad es que debido al nivel de escolaridad, que en El Pueblecito siempre ha sido más alto, ellos se sintieron discriminados.

Tres años después las autoridades de educación dispusieron la creación de un liceo para El Pueblecito.

En lo que tiene que ver con las organizaciones comunitarias siempre ha sido difícil coordinar actividades conjuntas. En años anteriores se llevaban a cabo actividades deportivas; pero más nada.

En el mes de Noviembre del año 2001, las calles del Pueblecito fueron rotuladas. Un comité de prestantes ciudadanos trabajó durante varios meses en la recopilación de datos sobre personajes locales y nacionales para finalmente proponer los siguientes nombres para las calles de esa población.

Los nombres fueron calles El Sol, Los Nova, Los Maestros, Pedro Mir, Villa Infantil, Antonio Dionisio, Nuestra Señora de la Altagracia, José A. Tejeda, y Hermanas Mirabal. Con estas rotulaciones en El Pueblecito culminó un proceso que durante varios meses había empezado para que de una vez y por todas desaparecieran los números en las calles. Como se puede observar, el Comité que escogió los nombres reconoce los aportes de valiosos ciudadanos. Debemos citar otros ciudadanos de valía:

Filomena Encarnación, Emiliano de la Rosa, Julio Canelo, Apolinar Nova, Mario Lorenzo, Eladio Valdez, Miriam de la Rosa, Elías Domínguez, Altagracia Muñoz, Pedro Ruiz, Nelson de la Rosa, etc

1 comentario:

  1. Muy interesante esa Historia de Cambita el Pueblecito.

    ResponderEliminar

Comenta no te cobraremos es gratis

Seguidores