El Partido de la Liberación Dominicana tiene una concentración de poder inusitada en la historia democrática de la República Dominicana, la cual se ha consolidado durante la gestión de Danilo Medina Sánchez, cuya administración, desde su toma de posesión en agosto del 2012, ha contado con unos partidos de oposición fraccionados, y por consiguiente muy debilitados.
En un sistema presidencialista como el nuestro, el papel que juega la oposición es fundamental, pues le sirve de freno a los excesos gubernamentales, además de funcionar como canal de las disconformidades sociales. Sin embargo, ese vacío ha sido ocupado por organizaciones de la sociedad civil que han dirigido protestas por Bahía de las Águilas, Loma Miranda, el reclamo de la inversión del 4%, y otras exigencias que han sido lideradas por grupos de clase media que se han apalancado en las redes sociales para amplificar la difusión de sus pedimentos.
En este contexto ha surgido un actor que muchos entienden debería tener un papel más pasivo, y otros que aplauden su actitud, y es el gobierno estadounidense a través de su embajador en la República Dominicana, James “Wally” Brewster.
Brewster llegó al país en noviembre del 2013 y desde entonces sus declaraciones han sido fuente de controversia entre los políticos oficialistas.
La corrupción
El embajador dijo que Estados Unidos estaba dirigiendo una investigación sobre el caso de los aviones Súper Tucanos, que se compraron en el gobierno de Leonel Fernandez, en el cual supuestamente hubo un soborno de US$3.5 millones.
Asimismo, en una ponencia que realizó en la Cámara Americana de Comercio instó a los empresarios a combatir la corrupción en el país, y pidió, que los corruptos sean señalados públicamente con el dedo. Promovió la adopción de una política de “tolerancia cero” frente a la corrupción tanto pública como privada.
Además, en ocasión del proceso penal que se le sigue al senador Félix Bautista, dijo que apoyaba al procurador Francisco Domínguez Brito en la lucha contra la corrupción.
Como respuesta, miembros del Comité Político del PLD han atribuido las críticas de Brewster, sobre la corrupción en República Dominicana, a un “plan contra Leonel y el PLD”.
Caso Quirino
Las declaraciones del capo confeso Quirino Ernesto Paulino en contra del expresidente Fernández se suman a la tésis de que el gobierno norteamericano es el principal opositor al gobierno morado, y especialmente al retorno de Fernández al poder, ya que sólo con la autorización de éstos, Paulino Castillo podría estar actuando con tanta libertad.
Franklin Almeyda y Euclides Félix, miembros del principal órgano de dirección del PLD, han acusado al gobierno estadounidense de dirigir los ataques del capo al expresidente.
De manera pues que de ser ciertas las acusaciones que realizan los funcionarios oficialistas, podríamos estar asistiendo a una pugna mediática entre el gobierno y Estados Unidos, con la ventaja para éste último por toda la información de que dispone sobre los políticos dominicanos.
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