Este señor, quien acostumbra mendigar y pedir dinero en la Fantino Falco con Tiradentes en Naco en una silla de rueda aparentando no poder caminar, al finalizar su jornada de trabajo, junta todos sus motetes y utiliza la misma silla de rueda con la que apela a la bondad ajena para arrastrar sus artículos. ¡Hay que ser charlatán en la vida! ¿Cuántos otros “incapacitados” no estarán engañando a la población para sustentar su vagancia?
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