Puerto Príncipe, 13 ene (EFE).- El ministro de los Haitianos Residentes en el Exterior, Edwin Paraison, dijo hoy que "se habla de decenas de miles" de muertos en el terremoto del martes, aunque todavía no hay cifras oficiales, y señaló que los hospitales están "totalmente desbordados".
"Felizmente (el temblor) se produjo en una hora intermedia entre la salida del trabajo y la noche, a las cinco de la tarde, cuando buena parte de la gente estaba en vehículos de regreso a sus casas", declaró Paraison a Efe.
Sin embargo, agregó, "en las universidades, en las oficinas públicas donde hubo gente que se quedó hasta tarde, en los centros comerciales, hay víctimas. Gente que está bajo los escombros".
"Hay sobrevivientes en espera de ser auxiliados con los equipos necesarios", afirmó el ministro, quien destacó que Puerto Príncipe, la capital del país, "presenta un panorama caótico".
Y es que esa ciudad, que no sabe de planificación ni de urbanismo y donde se calcula viven dos millones de personas, se llevó la peor parte de esta nueva tragedia, ya que el epicentro del sismo de 7 grados en la escala de Richter se situó a solo 15 kilómetros de distancia.
El Palacio Presidencial se derrumbó, al igual que las dos catedrales (la católica y la episcopaliana), la mayoría de las oficinas públicas y de los edificios privados en el centro de la cuidad, que también quedaron "totalmente destruidos", apuntó.
"Mucha gente ha perdido sus casas, particularmente gente que habita en zonas vulnerables", explicó Paraison, quien aseguró que "los hospitales están totalmente desbordados", entre ellos el General, por lo que los heridos son llevados a un estadio de fútbol cercano.
Además, "los hospitales privados ya no aceptan más pacientes porque no los pueden atender", aseveró.
A todo ello se une la situación problemática por la falta de comunicaciones telefónicas, lo que impide la adecuada coordinación entre los organismos estatales y la sociedad civil, indicó el ministro.
"Es muy difícil reunir al Gobierno por falta de comunicaciones telefónicas", dijo el funcionario, quien agregó que la situación es precaria hasta el extremo de que el propio primer ministro, Jean Max Bellerrive, "se mueve en moto taxi" por la ciudad. EFE
Y es que esa ciudad, que no sabe de planificación ni de urbanismo y donde se calcula viven dos millones de personas, se llevó la peor parte de esta nueva tragedia, ya que el epicentro del sismo de 7 grados en la escala de Richter se situó a solo 15 kilómetros de distancia.
El Palacio Presidencial se derrumbó, al igual que las dos catedrales (la católica y la episcopaliana), la mayoría de las oficinas públicas y de los edificios privados en el centro de la cuidad, que también quedaron "totalmente destruidos", apuntó.
"Mucha gente ha perdido sus casas, particularmente gente que habita en zonas vulnerables", explicó Paraison, quien aseguró que "los hospitales están totalmente desbordados", entre ellos el General, por lo que los heridos son llevados a un estadio de fútbol cercano.
Además, "los hospitales privados ya no aceptan más pacientes porque no los pueden atender", aseveró.
A todo ello se une la situación problemática por la falta de comunicaciones telefónicas, lo que impide la adecuada coordinación entre los organismos estatales y la sociedad civil, indicó el ministro.
"Es muy difícil reunir al Gobierno por falta de comunicaciones telefónicas", dijo el funcionario, quien agregó que la situación es precaria hasta el extremo de que el propio primer ministro, Jean Max Bellerrive, "se mueve en moto taxi" por la ciudad. EFE
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