Jueza llora antes de condenar al criminal a la pena máxima

Starlin, antes había narrado al tribunal la forma como asesinó a la estudiante universitaria haitiana, utilizando una soga y un cuchillo.

Eddy Mendoza Starlin, el asesino (detras con camisa blanca)

Santo Domingo Este. Regularmente, los jueces solo hablan por sentencias, pero  la magistrada Indhira Montas lloró antes de dictar sentencia contra los imputados del asesinato de Roodline Lindor, una estudiante haitiana ultimada el 12 de julio de 2011 en el sector Invi-Dore, próximo al Hipódromo V Centenario.

-“Los jueces de este tribunal les pedimos disculpas a la comunidad haitiana, por este crimen atroz”, dijo la magistrada mientras trataba de contener con los dedos las lagrimas que le resbalaban por la mejilla.

La motivaciones de la jueza estaban concentradas en comunicarle a los haitianos presentes en la sala de audiencias, que el crimen de Lindor fue un hecho aislado, distante de las buenas relaciones entre República Dominicana y Haiti.

“Nuestras dos naciones somos una sola isla y este hecho nada tiene que ver con problemas raciales o diferencia culturales”, indicó la jueza.

La magistrada no podía ocultar el pesar y el dolor que le causaba ver llorar a Rose Marie Lindor, madre de la estudiante asesinada, quien era asistida por un intérprete judicial.

Roodline Lindor, la estudiante asesinada

Montas, la juez presidenta del Primer Tribunal Colegiado de la provincia Santo Domingo, pidió ponerse de pie al raso de la FAD, Rafael Alberto Arias y Eddy Mendoza Stalin, los imputados del hecho de sangre.

Al raso militar, lo descargó por falta de evidencias que lo comprometieran en el hecho de sangre.

Mientra,s a Eddy Mendoza Starlin lo condenó a la pena máxima en RD, 30 años de prisión en la cárcel de La Victoria.

Starlin, antes había narrado al tribunal la forma como asesinó a la estudiante universitaria haitiana, utilizando una soga y un cuchillo.

Con frialdad, el asesino le explicó al tribunal que engañó a su vìctima, a quien llevó a una vivienda para alquilarsela.

Agregó allí intentò amarrarle el cuello con una soga para ahorcarla.

-"Pero ella era muy fuerte y no pude, por eso le di dos puñaladas", le dijo.

La mató para no deolverle 18 mil pesos que Roodline Lindor le habìa entregado en calidad de avance por el alquiler de una vivienda, negocio que ella ya no queria materializar.

Fue tras ese relato frío y sin remordimiento del asesino que por las mejillas de la jueza rodaron dos gruesas lágrimas.

Quizás no podía entender la actuación de ese monstruo.

La magistrada Montás dijo que la sentencia seria enviada a la embajada haitiana en el país, para que conozcan la sanción ejemplarizadora contra el asesino de su nacional.