Cuando uno debe ganarse el sustento de la vida, día a día detrás del timón de un carro del transporte (conchando) en la selva de cemento y asfalto que es la provincia Santo Domingo, se piensa que las cosas no pueden empeorar, pero sí pueden y si se es mujer más.
Para Miguelina Ramos de los Santos, de 60 años, de los cuales unos 29 los ha dedicado al único oficio que conoce para ganase la vida, el concho; las cosas no podrían empeorarse más ya que ahora tiene, como si fuera poco, que montar pasajeros por mas tiempo para intentar salvar la vida de uno de sus hijos, que padece cáncer. [+Info aquí]
Para Miguelina Ramos de los Santos, de 60 años, de los cuales unos 29 los ha dedicado al único oficio que conoce para ganase la vida, el concho; las cosas no podrían empeorarse más ya que ahora tiene, como si fuera poco, que montar pasajeros por mas tiempo para intentar salvar la vida de uno de sus hijos, que padece cáncer. [+Info aquí]
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