El muelú, al igual que el diccionario, vive de la palabra, es un fabricante de sueños mantenido por la susceptibilidad de los demás a crear esperanzas y chanzas pues en los barrios al pobre le da por soñar despierto aquello que al rico tener no le quita el sueño. El muelú lo sabe, por eso aunque le guste el café, no muy en el fondo se lleva mal con éste al no querer que nada mate los sueños dispuestos a ser vendidos solo por él, y es que justo ahí radica su razón de ser. Si le diésemos a escoger entre una paloma y una cotorra, gustoso se decantaría por esta última, es que su madre pario un cotorrú, no un palomo. Al igual que las agencias de envío vive del bulto y sin haber escrito una sola página es todo un maestro del cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta no te cobraremos es gratis